CAE LA NOCHE...

Atardece en Temblequerani en el día previo al suplicio del circo. En 24 horas la pobre Joela estará recogiendo en canastas los goles que no quepan en sus polleras.

¿Qué dictan los viejos cánones del fútbol hacer en una fecha tan importante?

Los del fútbol moderno, aquel de las Europas, dicen: una máxima concentración, los futbolistas deben estar alejados de cualquier distracción y/o preocupación. Pensando solamente en la lejana (lejanísima aunque sea) esperanza de que la fortuna detenga el hacha del verdugo a ultimo momento y se produzca un milagro.

Los cánones de nuestro fútbol son algo más pragmáticos, o más utilitarios si se quiere. Nuestros cánones dicen: ante la ejecución inminente vivir el día como si fuera el último. Una parrillada, tragos, trasnochadas, salir con locas (o en el caso choleste, ser ellos las locas). “Total, si Cienciano igual nos va a revolcar” diría un jugador choli poco afecto a los milagros.

Pues ni lo uno ni lo otro. No habrá farra porque las verduleras no han recibido sus jornales de casi dos meses. Típico, firmaron sus contratos con la Mano Negra a comienzos de febrero y, como por arte de magia, todos los celulares se desconectaron, las visitas espectrales a los entrenamientos cesaron. Las cholitas fueron engañadas, vendieron sus cuerpos por nada. No hay ni para comer bofe, ni para beber alcohol de quemar.

El sol se mete en Temblequerani, no se ha entrenado, las cholitas han decidido sentarse en sus polleras reclamando que el dueño del circo les pague, no se moverán sino se cumple la enésima promesa; “con la plata del clásico les pagaremos esta y todas la deudas acumuladas en los últimos dos años”.

Anochece en Temblequerani, al final al meterse el sol llega una llamada (claro brutos si la Mano Negra solo sale a merodear en la oscuridad), llegan mas promesas que se llevará el viento, cinco minutos de entrenamiento son suficientes para subir al patíbulo mañana (“Total, si Cienciano igual nos va a revolcar”).

Ah y me olvidaba, ¿y la “CONCENTRACION”? JEJEJEJE